El Valle De La Luna En San Juan

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En la Provincia de San Juan, ubicada en el centro oeste de Argentina, encontramos un lugar único por su riqueza paleontológica: el Parque Provincial Ischigualasto, más conocido como Valle de la Luna. Restos fósiles, curiosas geoformas y el aspecto lunar de su suelo esculpido a lo largo de millones de años le otorgan un aspecto que parece de otro planeta y fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
 
San Juan es una provincia con muchísimos atractivos turísticos que incluyen bellezas naturales, circuitos culturales, turismo aventura, enológico, religioso y astronómico, entre otros. Uno de los principales sitios turísticos es el Valle de la Luna, ubicado a 300 km de la ciudad de San Juan, capital de la provincia homónima.  Los aeropuertos más cercanos al Valle de la Luna son el de La Rioja y el de San Juan.
 


Lo ideal para movilizarse es el alquiler de coche, que nos brindará libertad y flexibilidad para recorrer. Quienes no contemplen esta alternativa, cuentan con servicios de bus que unen las capitales provinciales con el Parque Provincial o tours y excursiones organizadas desde varias localidades de la zona.
 
El Valle de la Luna se encuentra en una zona aislada, donde no hay servicios para el viajero. Es necesario hacer base en alguna de las localidades cercanas, para desde allí recorrer.
 
Tenemos dos opciones para escoger: una es la localidad sanjuanina San Agustín del Valle Fértil, situada a 80 km de la entrada del Parque Provincial. Si bien es un sitio pequeño, cuenta con una amplia gama de alojamientos y servicios para el visitante.
 
La otra alternativa es alojarse en Villa Unión, en la Provincia de La Rioja, a 135 km del Valle de la Luna, pero muy cerca del Parque Nacional Talampaya, otro sitio geológico imperdible cuya visita se recomienda combinar con el Valle de la Luna.
 


La mejor época
El otoño (de mitad de marzo a principios de junio) y la primavera (de septiembre a principios de diciembre) son los mejores momentos para conocer el lugar. Durante estos períodos las temperaturas son agradables y moderadas. El verano (de diciembre a principios de marzo) es extremadamente caluroso y lluvioso. El invierno es muy frío, con marcada amplitud térmica entre el día y la noche. Semana Santa y las vacaciones de escolares de invierno del mes de julio son los momentos que concentran mayor cantidad de visitantes.
 
Los principales atractivos del Valle de la Luna
 
El sitio posee una gran riqueza paleontológica que incluye restos fósiles de dinosaurios, plantas y reptiles del período Triásico, que nos permiten acercarnos a conocer el pasado de nuestro planeta. En el suelo podemos distinguir las franjas de sedimentos de distintos colores correspondientes a las distintas eras, que marcan la evolución de la Tierra.
 
Los efectos de la erosión han generado diferentes esculturas naturales llamadas geoformas, que se asemejan a diversos objetos conocidos por el hombre. Así se han bautizado algunas de ellas con nombres como La Esfinge, El Submarino (que hace un tiempo sufrió la caída de una de sus partes), El Gusano, y El Hongo. Esta última constituye la imagen emblema del lugar y es un ícono del Parque.
 


La variedad de fauna incluye lagartijas, guanacos, zorros, liebres y cóndores, entre otras especies. La vegetación es escasa y predominan los cardones, espinillos y jarillas.
 
Recorriendo el Valle de la Luna 
La entrada general al parque tiene un valor de $600 pesos argentinos (valores de enero 2020). Consultar tarifas actualizadas y descuentos en la web oficial del parque. Los tickets de ingreso pueden ser adquiridos en línea o en el lugar.
 
El sitio se encuentra abierto el año entero, y los horarios varian según la estación. La apertura se realiza entre las 8 o las 9 de la mañana y el cierre entre las 4 y 5 de la tarde.
 
El recorrido del Valle debe realizarse obligatoriamente acompañados de un guía local.
Hay varias formas de recorrer el lugar. La clásica es el circuito diurno tradicional que se realiza en caravana de autos. Si tenemos auto propio iremos con el nuestro, sino con el vehículo de excursión que nos haya llevado.
 
El guía sube al primer vehículo de la caravana. Se realizan varias paradas en las cuales el guía explica a todo el grupo las particularidades de cada lugar. El recorrido es circular, de aproximadamente 40 km, e insume aproximadamente 3 horas. Se realizan habitualmente cinco paradas o “estaciones” en las que los visitantes bajan de los vehículos y el guía explica las particularidades que encierra cada lugar.  Recorramos cada una de las estaciones a continuación
 
Aquí lo que nos llamará la atención es el aspecto y colores del suelo y la ausencia de vegetación. La apariencia lunar del mismo es la que le da el nombre a todo el valle. Podemos apreciar claramente los distintos tonos de colores de las capas que conforman el terreno.