Un paseo por los diferentes quesos producidos en Argentina

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Desde la llegada de los conquistadores a América, la producción de vacas en Argentina no dejó de crecer, parecía que las vacas florecían tan rápido como la hierba. Sin embargo, esto limitó la dieta de los habitantes de estas tierras a un consumo desproporcionado de carne, el resto de los subproductos del ganado eran para la exportación, estamos hablando del cuero, el cebo y la cornamenta.

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Los orígenes de la industria del queso en Argentina
No fue hasta finales del siglo XIX, con la llegada de los primeros inmigrantes de Europa, que se empezó a prestar atención en Argentina a la posibilidad de destinar parte del ganado a la producción lechera argentina. A partir de esto, se comenzó a apreciar que había una importante cantidad de litros de leche que no podía ser destinada sólo a ser comercializada como bebida.

Estos inmigrantes centraron su atención en mejorar esta industria lechera y en 1886 llegó al país el primer desnatador centrífugo, que permitió iniciar la producción de manteca. Esto trajo consigo cambios significativos en el desarrollo de la industria. Córdoba, Santa Fe y el interior de la Provincia de Buenos Aires se convirtieron en la cuenca lechera por excelencia. Desde allí se expandieron importantes queserías argentinas, que hoy conforman la cocina argentina por su gran calidad.



Los quesos argentinos están entre los mejores del mundo
El desarrollo de la industria lechera en la Argentina, provocó el enfoque en la mejora de la calidad y el impulso para lograr la variedad en la producción. En 1907 se implementó la obligación en la pasteurización de la leche, esto no es un hecho menor ya que esto fue un año antes en la ciudad de Chicago y 5 años antes en Nueva York, destacando la importancia de esta rama industrial. La mitad de la producción de leche argentina se destina a la elaboración de quesos y la mitad de los establecimientos queseros argentinos son pequeños productos.

En Argentina, los quesos blandos como el queso fresco, muy utilizado en las pizzas argentinas, los quesos semiduros como el Chubut y el queso Mar del Plata y los quesos duros como el parmesano y el Reggianito. Todos ellos de excelente calidad. En la actualidad, Argentina es el séptimo productor mundial de queso, un lugar más que envidiable.

Quesos argentinos para cada ocasión
No queremos perder la oportunidad de señalar que los quesos argentinos constituyen una larga lista de los mejores platos de la cocina argentina. Entre los inmigrantes, el famoso y sencillo postre de "papa fresca y dulce" era una tradición. Una generosa rebanada de queso fresco, acompañada de una porción de pasta de batata era el postre que cerraba la mesa familiar, después de la pasta amasada en casa.




Por supuesto, no podemos olvidar la famosa picada argentina. Un plato de fiambre acompañado de una variedad de quesos argentinos como el pategrás, el gouda, el reggianito y el gruyere, es el preludio del asado con los amigos. Para dar un toque de glamour, que no ha intentado llevar a cabo una conquista sirviendo una elegante copa de champán, acompañada de trozos de queso gouda decorados con una cereza. Un exquisito maridaje para una velada romántica.

Pero si hablamos de quesos argentinos, seguramente todos recordamos a los más jóvenes de la casa jugando y revoloteando por la cocina, mientras le robábamos en secreto a la abuela el queso reggianito recién rallado para los fideos que hervían en la olla, los gritos de los pequeños ladrones salían corriendo, convencidos de que probarían nuevas incursiones y ella tendría que rallar más queso. Mi favorito en la cocina argentina es y será, en honor a esta exaltación de los quesos argentinos, los ravioles con salsa de cuatro quesos, un choque de sabores que mi paladar estará eternamente agradecido.

Heredada de las mejores tradiciones europeas, la producción lechera argentina nos ha dado el placer de disfrutar de los quesos argentinos. Y mientras escribo esto, soy consciente de que la industria láctea está sufriendo un profundo deterioro porque los lácteos se han convertido en el huésped de piedra de la industria, muchos de ellos han quedado al borde de la desaparición, pero la Argentina, como el Fénix, ha sabido innumerables veces renacer de sus propias cenizas y estoy convencido de que, por el bien de todos los que disfrutamos de los excelentes quesos argentinos, la industria sabrá reinventarse para que la cocina argentina vuelva a contar con el queso como uno de sus miembros más destacados.